Ahora su vida gira en torno al hospital donde su tratamiento de quimioterapia hará que su vida sea una auténtica montaña rusa.

Y no sólo por sus efectos, mirar cara a cara a la muerte hace que tenga su pasasdo siempre presente y que su futuro sea un deseo irrenunciable.

Chomi Delgado

En febrero del año 2018 me llegó una solicitud de presupuesto para realizar un reportaje a una mujer de 56 años.

A la sesión vinieron ella y su hijo Mario. Juntos me insistieron en que me centrara en su rostro, era posible que el tratamiento de su enfermedad tuviera como consecuencia la debilitación de los huesos de la cara y Daniela no quería olvidarse de cómo era. En el transcurso de la sesión vimos que había mucha «química», en cierto momento le propuse ir más allá. Quería captar tal como se sentía en ese momento. Recuerdo que le dije «ahora vamos a fotografiar tu alma, serás tu misma«.

Fue todo muy intenso, ella se sintió liberada y ahí surgió la idea de documentar su vida durante el tratamiento de su enfermedad.

Chomi Delgado

«Durante unos 18 meses estuve captando escenas que representaban su sentir; miedo, lucha, rabia, soledad, amor, hijos, pareja, familia…

En este trabajo fotográfico se suman diversos audios tanto de la propia Daniela como de su hijo Mario, además de uno muy importante que se grabó mientras documenté los efectos secundarios de la quimioterapia.

Todos estos audios han sido utilizados para el texto del libro.

Mi implicación en la historia de Daniela fue total, fui aceptado por todo su entorno, viviendo situaciones impactantes.

Siempre hemos visto otras personas luchando en situaciones similares, les vemos por televisión brazos en alto, símbolos de victoria, de lucha, les vemos como héroes… Pero una vez cerrada la puerta, una vez apagadas las cámaras, sus vidas parecen dejarnos de interesar, ya no hay tanto «glamour».

Ahí es donde mi cámara está preparada captado todo tipo de situaciones que van desde el miedo a la alegría, pasando por el verdadero amor de una madre. El libro capta con toda fidelidad situaciones reales, nada teatralizadas de una lucha por la supervivencia.

Necesitamos dar un altavoz institucional y económico para la promoción de esta obra. Dar visibilidad a una enfermedad, a una de tantas, esos luchadores y luchadoras se lo merecen.